En julio, el peso se apreció en 1,5% con respecto al mes inmediatamente anterior, culminando con una TRM de $2.886,8. Esto motivado por la devaluación generalizada del dólar y una recuperación de las monedas emergentes (principalmente en AL), ante expectativas de menor riesgo por parte de los inversionistas y mayor oferta de dólares en el mercado local. Lo anterior, pese a la disminución de los precios del petróleo en el período. Aunque en el período se hizo efectiva por parte de Estados Unidos, la imposición de aranceles del 25% para algunos productos chinos por valor de 34 mil millones de USD, y en contraposición la imposición de China de aranceles por igual monto, la percepción de riesgo para las economías emergentes disminuyó, luego de que lo mercados durante los últimos tres meses descontaran un mayor proteccionismo internacional. Sin embargo, es necesario precisar que persiste incertidumbre frente a la evolución del crecimiento mundial ante un escalamiento del proteccionismo global.